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Las velas ardían La luna bajaba La colina pulida La ciudad lechosa Transparente, ingrávida, luminosa Descubriéndonos a los dos En ese suelo fundamental Donde el amor no se quiere, se desata, se desata Y se encuentra la mitad del mundo perfecto.
Las velas ardían La luna bajaba La colina pulida La ciudad lechosa Transparente, ingrávida, luminosa Descubriéndonos a los dos En ese suelo fundamental Donde el amor no se quiere, se desata, se desata Y se encuentra la mitad del mundo perfecto.