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No tengo nada contra los norcoreanos, pero a Kim Jong Un le falta un tornillo. Un miembro de su gabinete, su ministro de seguridad, cabecea, se queda dormido. Todos lo hemos hecho. Kim Jong Un saca al tipo y lo ejecuta, sólo por quedarse dormido. Ah, y también estaba desinflando balones de fútbol.