Autores:
  • Todo nuestro trabajo en el campo, en el huerto, en la ciudad, en el hogar, en la lucha, en el gobierno, ¿a qué equivale ante Dios sino a un juego de niños, por medio del cual Dios se complace en dar sus dones en el campo, en el hogar y en todas partes? Éstas son las máscaras de Dios Nuestro Señor, tras las cuales quiere ocultarse y hacer todas las cosas.