-
Te cuento todo esto porque vale la pena reconocer que no existe el éxito de la noche a la mañana. Harás bien en cultivar en ti los recursos que te aportan felicidad al margen del éxito o del fracaso. La verdad es que la mayoría de nosotros descubrimos hacia dónde nos dirigimos cuando llegamos. En ese momento, nos damos la vuelta y decimos: sí, es evidente que es aquí adonde iba todo el tiempo. Es una buena idea intentar disfrutar del paisaje en los desvíos, porque probablemente tomarás unos cuantos.