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Las grandes personas y los campeones son dones especiales de Dios, que Él da y conserva; hacen su trabajo, y logran grandes acciones, no con imaginaciones vanas, o cogitaciones frías y somnolientas, sino por moción de Dios.
Las grandes personas y los campeones son dones especiales de Dios, que Él da y conserva; hacen su trabajo, y logran grandes acciones, no con imaginaciones vanas, o cogitaciones frías y somnolientas, sino por moción de Dios.