-
Pero cuando llegó esa humeante sopa, el misterio quedó deliciosamente explicado. Dulces amigos, escuchadme. Estaba hecha de pequeñas almejas jugosas, apenas más grandes que avellanas, mezcladas con galletas de barco machacadas y carne de cerdo salada cortada en pequeños copos; todo ello enriquecido con mantequilla y abundantemente sazonado con pimienta y sal... lo despachamos con gran expedición.