-
Los hombres se reúnen en pretenciosos concilios para decidir lo que Dios es, lo que Dios piensa, lo que Dios quiere que los demás hagamos por él, y lo único que nunca deja de querer es más dinero.
Los hombres se reúnen en pretenciosos concilios para decidir lo que Dios es, lo que Dios piensa, lo que Dios quiere que los demás hagamos por él, y lo único que nunca deja de querer es más dinero.