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  • Todo lo que quiero decir es que puedo marcharme al extranjero sin que tu familia venga a favorecerme, en pocas palabras, con un empujón de despedida de sus fríos hombros; y que, en general, prefiero abandonar Inglaterra con el ímpetu que poseo, que obtener cualquier aceleración del mismo de esa parte.

    Charles Dickens (1850). "La historia personal de David Copperfield", p.548