-
Seguí cavando el agujero cada vez más hondo buscando el cofre del tesoro hasta que por fin levanté la cabeza, miré hacia arriba y me di cuenta de que había cavado mi propia tumba.
Seguí cavando el agujero cada vez más hondo buscando el cofre del tesoro hasta que por fin levanté la cabeza, miré hacia arriba y me di cuenta de que había cavado mi propia tumba.