-
No soy un hombre justo. La gente me pone en un pedestal al que no pertenezco en mi vida personal. Y piensan que soy mejor de lo que soy. No soy el hombre bueno que la gente cree que soy. Los periódicos, las revistas y la televisión me han convertido en un santo. Y no lo soy. No soy un Mother Teresa. Y lo siento mucho.