Somos animales. Somos Tierra. Somos agua. Somos una comunidad de seres humanos que viven juntos en este planeta. Y lo olvidamos. Nos desconectamos, perdemos nuestro punto central de gravedad, esa quietud que nos permite escuchar la vida a un nivel más profundo y encontrarnos unos con otros de una forma totalmente auténtica y presente.