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Contempla las maravillas de la creación, la dimensión Divina de su ser, no como una tenue configuración que se te presenta desde la distancia, sino como la realidad en la que vives.
Contempla las maravillas de la creación, la dimensión Divina de su ser, no como una tenue configuración que se te presenta desde la distancia, sino como la realidad en la que vives.