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Esperemos el momento en que podamos tomar la bandera de nuestro país y clavarla debajo de la Cruz, y allí dejarla ondear como ondeó en los viejos tiempos, y reunámonos a su alrededor e inscribamos por lema: "Libertad y Unión, una e inseparable, ahora y siempre", y exclamemos: "¡Cristo primero, nuestro país después!".