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Un día estaba corriendo y jugando con mi hijo Connor cuando después estaba sudando, cansada y sin aliento. Me daba vergüenza que algo tan agradable como jugar con mi hijo me resultara tan difícil de hacer. Inmediatamente empecé una dieta exhaustiva y un plan de ejercicios. Me cambió la vida por completo y me ayudó a curar la diabetes de tipo 2.