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No hay que tener miedo a los pequeños silencios. Utilizarlo bien es el colmo de la confianza y la habilidad de un cómico. Aumenta la tensión en el buen sentido y añade contraste como una bola curva complementa la bola rápida de un buen lanzador.
No hay que tener miedo a los pequeños silencios. Utilizarlo bien es el colmo de la confianza y la habilidad de un cómico. Aumenta la tensión en el buen sentido y añade contraste como una bola curva complementa la bola rápida de un buen lanzador.