-
Todo el comercio entre amo y esclavo es un ejercicio perpetuo de las pasiones más bulliciosas, del despotismo más incansable por una parte, y de sumisiones degradantes por la otra. Nuestros hijos lo ven y aprenden a imitarlo.
Todo el comercio entre amo y esclavo es un ejercicio perpetuo de las pasiones más bulliciosas, del despotismo más incansable por una parte, y de sumisiones degradantes por la otra. Nuestros hijos lo ven y aprenden a imitarlo.