-
Sin embargo, necesitamos participar y manejarnos con habilidad, ayuda y armonía, para que sea posible un mundo, una familia y una sociedad mejores. Así que creo que todo el mundo es espiritual por naturaleza, sin que necesariamente tenga que ser religioso. Todo el mundo quiere, o se preocupa, y tiene valores, aunque no hable de ellos todo el tiempo explícitamente, como hacen algunos predicadores ruidosos con sus voces de sirena de niebla y sus puntos de vista dogmáticos.