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No sé cuántos días trabajé allí [en Star Wars]. Lo que sí recuerdo es que, de alguna manera, conseguí una plaza de aparcamiento junto a la Rana Gustavo. Era la plaza de Jim Henson, con el cartel de la Rana Gustavo. Le hice una foto y se la envié a mi madre con un pie de foto que decía: "Mira, mamá. Lo he conseguido. He conseguido una plaza de aparcamiento junto a la Rana Gustavo". Siempre me fascinaron las infraestructuras de los platós de cine.