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Intenta mantener la boca cerrada hasta que tengas una oferta de trabajo, sobre todo si tu traslado no es del todo seguro. Sólo hay unos pocos casos en los que creo que sería apropiado contarle a tu jefe lo que está pasando. Por ejemplo, si tu cónyuge se ve obligado a trasladarse, es obvio que tú vas a ir, y si tienes una buena relación con tu jefe, puede que te quite un poco de estrés contarle la verdad. Pero la regla general es no dar a tu jefe más poder sobre tu destino del que tienes tú mismo.