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La confusión escuchó su voz, y el alboroto salvaje se mantuvo gobernado, se mantuvo confinada la vasta infinitud; Hasta que a su segunda orden la oscuridad huyó, la Luz brilló, y el orden del desorden surgió.
La confusión escuchó su voz, y el alboroto salvaje se mantuvo gobernado, se mantuvo confinada la vasta infinitud; Hasta que a su segunda orden la oscuridad huyó, la Luz brilló, y el orden del desorden surgió.