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Si la duda llama a tu puerta, sólo tienes que decir a esos pensamientos escépticos, inquietantes, rebeldes: "Propongo quedarme con mi fe, con la fe de mi pueblo".
Si la duda llama a tu puerta, sólo tienes que decir a esos pensamientos escépticos, inquietantes, rebeldes: "Propongo quedarme con mi fe, con la fe de mi pueblo".