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Recuerda que no se puede ser joven y sabio a la vez. Los jóvenes que pretenden ser sabios en las costumbres del mundo son, en su mayoría, unos cínicos. El cinismo se disfraza de sabiduría, pero es lo más alejado de ella. Porque los cínicos no aprenden nada. Porque el cinismo es una ceguera autoimpuesta, un rechazo del mundo porque tememos que nos haga daño o nos decepcione. Los cínicos siempre dicen "no". Pero diciendo "sí" empiezan las cosas. Diciendo "sí" las cosas crecen. Decir "sí" conduce al conocimiento. "Sí" es para los jóvenes. Así que mientras tengas fuerzas para ello, di "sí".