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Siento el pecho lleno de purpurina y helio, como cuando era pequeña y subía a hombros de mi padre en el crepúsculo, cuando sabía que si levantaba las manos y extendía los dedos como una red, podría atrapar las estrellas que se acercaban.
Siento el pecho lleno de purpurina y helio, como cuando era pequeña y subía a hombros de mi padre en el crepúsculo, cuando sabía que si levantaba las manos y extendía los dedos como una red, podría atrapar las estrellas que se acercaban.