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Dios hizo el mundo para el deleite de los seres humanos - si pudiéramos ver Su bondad en todas partes, Su preocupación por nosotros, Su conciencia de nuestras necesidades: la llamada telefónica que hemos esperado, el paseo que nos ofrecen, la carta en el correo, sólo las pequeñas cosas que Él hace por nosotros a lo largo del día. A medida que recordamos y notamos Su amor por nosotros, empezamos a enamorarnos de Él porque está tan ocupado con nosotros... simplemente no puedes resistirte a Él. Creo que no existe la suerte en la vida, es el amor de Dios, es Suyo.