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La oración engrandece tu corazón, hasta que es capaz de contener el don de Dios mismo. La oración engendra fe, la fe engendra amor, y el amor engendra servicio en favor de los pobres.
La oración engrandece tu corazón, hasta que es capaz de contener el don de Dios mismo. La oración engendra fe, la fe engendra amor, y el amor engendra servicio en favor de los pobres.