-
Me costaba escuchar a adultos que no querían decir nada de lo que decían; era como si su lenguaje me entrara por los oídos y se me saliera por una pequeña espita en la nuca.
Me costaba escuchar a adultos que no querían decir nada de lo que decían; era como si su lenguaje me entrara por los oídos y se me saliera por una pequeña espita en la nuca.