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Era un día de viaje más duro que el de ayer, pues había que subir largas y fatigosas colinas; y en los viajes, como en la vida, es mucho más fácil bajar una colina que subirla. Sin embargo, siguieron adelante, con perseverancia inquebrantable, y todavía no se ha levantado la colina hacia el cielo que la perseverancia no alcance por fin la cima.