-
Pero cuando conseguí que se marcharan, cerré la puerta y apagué la luz, no sirvió de nada. Era como despedirse de una estatua. Al cabo de un rato salí del hospital y volví andando al hotel bajo la lluvia.
Pero cuando conseguí que se marcharan, cerré la puerta y apagué la luz, no sirvió de nada. Era como despedirse de una estatua. Al cabo de un rato salí del hospital y volví andando al hotel bajo la lluvia.