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No sería tú ni por un reino". El comentario era demasiado ingenuo para provocar ira; me limité a decir: "Muy bien". ¿Y qué darías por ser YO?", preguntó. No son ni seis peniques, por extraño que parezca", respondí. No eres más que una pobre criatura". En el fondo no piensas así. No, porque en mi corazón no tienes ni el perfil de un lugar: Sólo de vez en cuando le doy vueltas en mi cabeza.