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Sí que puedo", gruñó Curran. "Escucha: te estoy diciendo lo que no vas a hacer". Levanté el libro de cocina y le di un golpecito en la nariz. Gato malo.
Sí que puedo", gruñó Curran. "Escucha: te estoy diciendo lo que no vas a hacer". Levanté el libro de cocina y le di un golpecito en la nariz. Gato malo.