-
Algunos partidarios de estrategias [más] coercitivas suponen que los niños se desbocarán si no se les controla. Sin embargo, los niños para los que esto es cierto suelen ser los que están acostumbrados a ser controlados: aquellos en los que no se confía, a los que no se dan explicaciones, a los que no se anima a pensar por sí mismos, a los que no se ayuda a desarrollar e interiorizar buenos valores, etcétera. El control genera la necesidad de más control, que se utiliza para justificar el uso del control.