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Un joven aprendiz solicitó trabajo a un maestro carpintero. El hombre mayor le preguntó: "¿Conoces tu oficio?". "¡Sí, señor!", respondió el joven con orgullo. "¿Has cometido alguna vez un error?", preguntó el hombre mayor. "¡No, señor!", respondió el joven, seguro de que le darían el trabajo. "Entonces no te voy a contratar", dijo el maestro carpintero, "porque cuando cometas uno, no sabrás arreglarlo".