Los introvertidos, por el contrario, pueden tener grandes habilidades sociales y disfrutar de fiestas y reuniones de negocios, pero al cabo de un rato desearían estar en casa en pijama. Prefieren dedicar sus energías sociales a amigos íntimos, colegas y familiares. Escuchan más que hablan, piensan antes de hablar y a menudo tienen la sensación de expresarse mejor por escrito que en una conversación. No les gustan los conflictos. Muchos tienen horror a las conversaciones triviales, pero disfrutan con las discusiones profundas.