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Por horrible que sea la tormenta de mi decepción, es una respuesta que me pertenece. Al fin y al cabo, es mi corazón. Mi territorio, mi reino. Y como soy el único con autoridad para entregarlo, también puedo recuperarlo.
Por horrible que sea la tormenta de mi decepción, es una respuesta que me pertenece. Al fin y al cabo, es mi corazón. Mi territorio, mi reino. Y como soy el único con autoridad para entregarlo, también puedo recuperarlo.