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Es una idea horrible la de que hay alguien que nos posee, que nos hace, que nos supervisa - despiertos y dormidos - que conoce nuestros pensamientos, que puede condenarnos por delito de pensamiento, delito de pensamiento, sólo por lo que pensamos, que puede juzgarnos mientras dormimos por cosas que se nos puedan ocurrir en sueños, que puede crearnos enfermos, como aparentemente lo estamos - y luego ordenarnos, so pena de tortura eterna que volvamos a estar bien.
Exigir esto, desear que esto sea cierto, es desear vivir como un esclavo abyecto.