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Este es mi deseo para ti y para todos los niños, mujeres y hombres sobre la faz de la tierra: Dedica una semana a decirte a ti mismo sólo cosas amables y cariñosas. Da las gracias al menos diez veces cada hora, cinco a ti mismo y cinco al mundo en general. Halágate a ti mismo (y a los demás) cada vez que hagas un esfuerzo. Fíjate en todas las cualidades y características maravillosas de ti mismo y de los que te rodean. Una semana. Nunca volverás atrás. Y toda tu vida será una gloriosa meditación.