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...a apoyar la Constitución, que es el cemento de la Unión, tanto en sus limitaciones como en sus autoridades; a respetar los derechos y autoridades reservados a los Estados y al pueblo como igualmente incorporados y esenciales para el éxito del sistema general;... a mantener dentro de los límites requeridos una fuerza militar permanente, recordando siempre que una milicia armada y entrenada es el baluarte más firme de las repúblicas, que sin ejércitos permanentes su libertad nunca puede estar en peligro, ni con ejércitos grandes a salvo.