-
La dignidad no viene de vengar insultos, especialmente de la violencia que nunca puede justificarse. Procede de la asunción de responsabilidades y del avance de nuestra humanidad común.
La dignidad no viene de vengar insultos, especialmente de la violencia que nunca puede justificarse. Procede de la asunción de responsabilidades y del avance de nuestra humanidad común.