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Y, sobre todo, debes guardarte de conducir a la lucha a un ejército que tenga miedo o que no confíe en la victoria. Porque la mayor señal de una pérdida inminente es cuando uno no cree que puede ganar.
Y, sobre todo, debes guardarte de conducir a la lucha a un ejército que tenga miedo o que no confíe en la victoria. Porque la mayor señal de una pérdida inminente es cuando uno no cree que puede ganar.