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  • En cualquier caso, la bayoneta ya no es tan importante como antes. Ahora es más habitual lanzarse al ataque con granadas de mano y tu herramienta de atrincheramiento. La pala afilada es un arma más ligera y versátil: no sólo puedes golpear a un hombre bajo la barbilla, sino que, además, puedes asestar un golpe con mucha más fuerza. Eso es especialmente cierto si puedes bajarla en diagonal entre el cuello y el hombro, porque entonces puedes partir hasta el pecho. Cuando clavas una bayoneta, puede clavarse, y tienes que dar al otro hombre una fuerte patada en las tripas para sacarla.