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No hay soluciones para la vida, pero hay una experiencia de plenitud, de dicha, de ser, de la inmortalidad del Ser Divino, del Silencio en todo su esplendor diamantino y multifacético que cura todas las penas, todas las heridas, todas las preguntas.
No hay soluciones para la vida, pero hay una experiencia de plenitud, de dicha, de ser, de la inmortalidad del Ser Divino, del Silencio en todo su esplendor diamantino y multifacético que cura todas las penas, todas las heridas, todas las preguntas.