Autores:
  • Que suene cuando quiera la trompeta del día del juicio, compareceré con este libro en la mano ante el Juez Soberano, y clamaré a gran voz: Esta es mi obra, he aquí mis pensamientos, y así era yo. He dicho libremente lo bueno y lo malo, no he ocultado nada malo, no he añadido nada bueno.

    Jean-Jacques Rousseau (1783). “The Confessions of J. J. Rousseau: With the Reveries of the Solitary Walker. Translated from the French”, p.1