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Lo que el homosexual quiere, y en esto no está dispuesto a comprometerse ni se le exige moralmente que lo haga, es la aceptación de la homosexualidad como una forma de vida plenamente equiparable a la heterosexualidad.
Lo que el homosexual quiere, y en esto no está dispuesto a comprometerse ni se le exige moralmente que lo haga, es la aceptación de la homosexualidad como una forma de vida plenamente equiparable a la heterosexualidad.