Jesús no fue asesinado por el ateísmo y la anarquía. Lo derribaron la ley y el orden aliados con la religión, que siempre es una mezcla mortal. Cuidado con los que dicen conocer la mente de Dios y están dispuestos a usar la fuerza, si es necesario, para hacer que los demás se conformen. Cuidado con los que no saben distinguir la voluntad de Dios de la suya propia. La policía del templo es siempre una mala señal. Cuando los capellanes empiecen a llevar armas y a pasar el rato en la oficina del sheriff, ten cuidado. Alguien está a punto de no tener más rey que el César.