-
La respuesta es, por supuesto, que lo mejor sería ser amado y temido a la vez. Pero como ambas cosas rara vez van juntas, quien se vea obligado a elegir encontrará más seguridad en ser temido que en ser amado.
La respuesta es, por supuesto, que lo mejor sería ser amado y temido a la vez. Pero como ambas cosas rara vez van juntas, quien se vea obligado a elegir encontrará más seguridad en ser temido que en ser amado.