Autores:
  • Y, en ese momento, para algunos de nosotros siempre habrá un tirón en el corazón, sabiendo que un momento precioso se había ido y nosotros no estábamos allí. Podemos pedir y pedir, pero no podemos volver a tener lo que una vez pareció nuestro para siempre: el aspecto de las cosas, esa iglesia sola en el campo, una cama en el suelo del campanario, una voz recordada, un rostro amado. Se han ido y sólo puedes esperar a que pase el dolor.