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Una vez que te has encontrado a ti mismo y has aceptado tu soledad, la mayor bendición es compartir el amor que surge dentro de ti. Cada nuevo momento presenta la oportunidad más rica de ser amoroso. Y puedes compartir el amor de la forma más sencilla. Sé suave y gentil. Sé cariñoso y amable. La vida te ofrece el regalo más preciado. El regalo de permitirte estar presente y compartir amor.