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Una vez conocí la profundidad donde no había esperanza y la oscuridad yacía sobre la faz de todas las cosas. Entonces llegó el amor y liberó mi alma. Una vez me preocupé y me golpeé contra el muro que me encerraba. Mi vida no tenía pasado ni futuro, y la muerte era una consumación que deseaba con devoción. Pero una pequeña palabra de los dedos de otro cayó en mis manos que se aferraban al vacío, y mi corazón saltó con el éxtasis de vivir. No conozco el significado de la oscuridad, pero he aprendido a vencerla.