Autores:
  • Un ateo, al igual que un cristiano, sostiene que podemos saber si Dios existe o no. El cristiano sostiene que podemos saber que hay un Dios; el ateo, que podemos saber que no lo hay. El agnóstico suspende el juicio, diciendo que no hay motivos suficientes ni para afirmar ni para negar. Al mismo tiempo, un agnóstico puede sostener que la existencia de Dios, aunque no imposible, es muy improbable; incluso puede sostener que es tan improbable que no vale la pena considerarla en la práctica. En ese caso, no está muy lejos del ateísmo.

    Bertrand Russell (2009). “The Basic Writings of Bertrand Russell”, p.557, Routledge