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Noche y día el río fluye. Si el tiempo es la mente del espacio, el río es el alma del desierto. Valientes barqueros vienen, van, mueren, el viaje fluye eternamente. Todos somos barqueros. Todos somos pasajeros de este pequeño barco musgoso, este delicado bote que navega alrededor del sol que los humanos llaman Tierra. Alegría, compañeros, alegría.